Consiste en la inoculación de bacterias anaerobias, aerobias y facultativas, adicionadas con enzimas específicos preparadas para una digestión estructurada de materia orgánica y nutrientes a través de la ruta de formación de metano, con desplazamiento de las bacterias sulfactoreductoras transformándola en elementos volátiles y sales minerales estables. Con esto se elimina el mal olor producido por el ácido sulfhídrico(H2S).
La metodología diseñada se caracteriza por seguir constantemente una secuencia para preparar el inóculo, asegurando que se logran los mismos resultados. En todo momento. Usando agua del medio a tratar, hidratamos nuestro compuesto biológico liofilizado. Lo mantenemos re-circulando durante 30 minutos. Después de eso, logramos la actividad bacteriana deseada con enzimas específicas. En algunos casos, hay déficit de nutrientes en el medio debido a la contaminación, por ello, resulta muy útil la adición de macronutrientes, micronutrientes y/o oligoelementos. Esto asegura la proliferación de las bacterias aplicadas.